«El bebé no tiene la culpa»: qué piensan las chicas que se oponen al aborto incluso por violaciones

Adolescentes que se oponen a la legalización y despenalización del aborto. Para ellas, estar a favor es ser cómplices del crimen de un bebé.

Fátima Bucci tiene 17 años y está cursando quinto año en el colegio religioso Fasta. Priscila Ruiz Sosa tiene la misma edad y va al Comercial 11, un colegio laico de Villa Devoto. Victoria Acosta Tasende tiene 16 y va al Instituto Abate José Rey, un colegio privado y católico de Caseros. Todas son integrantes de Unidad Provida, la organización que instaló el slogan «Salvemos las dos vidas». Están en contra de la despenalización y legalización del aborto. En diálogo con Infobae contaron sus razones.

 

El debate sobre el aborto se instaló en los colegios. ¿Qué opinan?
Fátima: Creo que está bien hablar del tema pero hasta cierto punto. Cuando yo tenía 12 años mi preocupación era ver Hannah Montana, nadie venía a hablarme del aborto. Recién ahora que estoy en quinto año tengo la capacidad de razonar y discernir. Una chica de 12 no entiende cuando le dicen «aborto legal, seguro y gratuito». Si mi hermano, que tiene esa edad, viene a hablarme del tema yo me muero, están corrompiendo su inocencia.

 

¿Dicen que las que están a favor le llenaron la cabeza a las más chicas?Victoria: En cierta parte, sí. A un adolescente no se le cae de la cabeza la idea del aborto, viene fomentada por algún lado. Lo que veo es que muchos se fanatizaron, que es una cualidad de los jóvenes, y repiten como loros pero no saben de lo que hablan. Se sumaron a una moda.

 

¿Por qué están en contra de la despenalización y legalización del aborto?Fátima: Para mí es matar: mato a un bebé y me mato a mí misma. Partamos del amor propio. Si yo me amo como mujer, ¿por qué me sometería a algo que me va a destruir física y psicológicamente? Hay mujeres que abortan y salen ilesas pero en su mayoría no. Hay casos de mujeres que se suicidaron o tienen el trauma post aborto. Por eso yo creo que apoyar la legalización es una contradicción del feminismo: si vos defendés a la mujer, la protegés, ¿por qué la incentivás a hacer esto? Si yo estuviera a favor sería cómplice de una mujer que mata a un hijo.

 

¿Qué es el trauma post aborto y de dónde obtuvieron la información?Fátima: Lo escuché por primera vez en una película que contaba la historia de una modelo muy conocida. La mujer había abortado para seguir con su carrera de modelo y después empezó a volverse loca. Escuchaba llantos, veía un bebé y se ponía mal. Podés caer en depresión, tener ansiedad, culpa, odio hacia los hombres, negarte a tener hijos o ver un chico y ponerte mal. Obviamente, no a todas les pasa.

 

¿Qué harían si quedaran embarazadas ahora?
Fátima: Lo tendría. Mi mamá quedó embarazada de mí a los 19. Un hijo no te priva de nada, solo lo posterga. Si fuera producto de una violación, también lo tendría.

 

Priscila: Lo tendría y lo cuidaría. Tampoco lo daría en adopción. Un bebé va a venir siempre para bien, nunca para mal. Es una vida, es lo más lindo que te puede pasar, aunque sea producto de una violación. No tiene la culpa.

 

¿Están en contra del aborto legal en todos los casos, incluso en los embarazos productos de violaciones?

 

Victoria: No estoy de acuerdo con que el aborto sea legal en ningún caso.

 

Fátima: Matar es lo que es, por la razón que sea. Te mato porque no tengo plata, porque me gusta matar gente o porque estoy enferma sigue siendo matar. Que una chica violada aborte no soluciona el problema porque no garantiza que dejen de violarla. Un clavo no saca otro clavo. El 80% de las violaciones ocurren en el ámbito intrafamiliar. El aborto solo encubre al violador, que es quien está buscando que aborte para no ser descubierto. Entonces le da impunidad al violador pero esa chica vuelve al mismo círculo y la siguen violando, lo que probablemente termine en otro aborto.

 

¿Qué le dirían a una adolescente que está cursando un embarazo no deseado?

 

Victoria: Le ofrecería mi ayuda para que ella y el bebé salgan adelante. Y le preguntaría si quiere hacerse cargo o no. Y si se le cruzara por la cabeza una idea como abortar le preguntaría, ¿vos crees que tu hijo tiene la culpa?

 

Fátima: Primero trataría de que lo vea con responsabilidad, que vea que estamos hablando de una persona y no de un vaso. Nunca la dejaría sola y también le preguntaría: ¿vos te pensás que ese bebé dijo ‘quiero estar en esta panza para arruinarle la vida a esta mujer’? Hay mujeres que lo ven como un cáncer, estamos hablando de una persona. Eso es una locura.

 

Uno de los argumentos de quienes están a favor es que las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. ¿Qué opinan?

 

Fátima: Una puede decidir sobre su cuerpo, yo elijo hacerme un tatuaje o no. Pero ese derecho termina cuando empieza la libertad de otro. Es como si yo dijera: ‘A mí me encanta cortarme las venas, vení que te las corto a vos’. Que a ese bebé no lo vea porque está en mi panza no quiere decir que tenga menos libertad y derechos que yo. Es lo mismo que si matara a un chico que estuviera acá parado.

 

Priscila: Creo que la mujer tuvo el derecho de decidir sobre su cuerpo en el momento de cuidarse. Si el hombre no se quiere cuidar vos le podés decir ‘entonces no tengamos relaciones’. Una vez que ya quedó embarazada no podés decidir sobre el cuerpo del tercero.

 

¿Creen que sin aborto clandestino habría menos mujeres muertas?

 

Victoria: Si pensamos en reducir la cantidad de mujeres muertas por abortos clandestinos no tenemos que pensar en legalizar el aborto, tenemos que pensar en terminar con el aborto. Además, el aborto no soluciona ni la falta de información que llevó a la mujer a tomar una decisión desesperada ni la pobreza en la que se encuentra.

 

¿Hay educación sexual integral (ESI) en sus colegios?

 

Priscila: Es obligatoria pero casi no existe. Cuando fui presidente del centro de estudiantes estuve movilizando mucho para que haya jornadas. Supe que en muchos otros colegios ni estaban enterados de lo que era la ESI.

 

Victoria: La educación sexual integral es muy importante, eso sería tratar el problema desde la causa y no remediando la consecuencia. Lo que falta es justamente educación, las mujeres van a abortar porque están desinformadas, eso es indiscutible. También falta mejorar el sistema de adopción, que haya que esperar más de una década para adoptar una criatura es una locura.

¿Qué sienten cuando llaman a quienes están en contra «antiderechos»?

 

Victoria: Llamar antiderechos a la rama que está en contra de deshumanizar a una vida humana, me parece gracioso. Independientemente del nivel de desarrollo en el que se encuentre, es vida humana, y ese feto tiene dignidad y derechos. No somos nosotros quienes hacemos ver a esa vida como algo menor para poner nuestra libertad de decisión por encima del derecho de los niños por nacer. Creo que los antiderechos son ellos.

 

¿Se consideran feministas?

 

Fátima: No.

 

Priscila: No.

 

Victoria. Es complicado. Todos queremos que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades pero el feminismo de esta época a mí no me representa en lo absoluto. Yo me siento parte de un feminismo como el de las sufragistas, aquellas que hicieron que yo pueda estar hoy hablando acá, que pueda votar. Mujeres que buscaban que las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres, no como hace el feminismo de esta época que busca ponerse por encima de los hombres.

 

¿Les preocupa lo que vaya a pasar en la votación de mañana?

 

Priscila: Siento preocupación y también miedo, porque si finalmente se legaliza muchas chicas capaz van a morir, o van a quedar mal.

 

Victoria: Para mí sería una decepción porque el aborto es un fracaso social. Sentiría que los diputados me están fallando.

 

¿Qué le dirían a los diputados que van a votar?

 

Priscila: Les pediría que por favor piensen en el futuro, los bebés son nuestro futuro también.

 

Fátima: Yo les diría que hagan las cosas como hay que hacerlas. Que siempre es mejor salvar a las dos personas que descartar a una.

 

Victoria: Ahora mismo cada diputado tiene una vida en una mano y dos en la otra. Entonces, que decidan bien, que miren todo el panorama. Les pido que no se dejen llevar por argumentos sensibleros.

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