Alberto Fernández logró el apoyo de la CGT y se llevó una autocrítica de los sindicalistas: «No hay que hacer nada que joda a la gente»

Gran parte de los sindicalistas agrupados en la central obrera respaldaron la fórmula del Frente de Todos.

Se sumarán a la campaña y movilizarán a sus gremios.

 

Alberto Fernández acababa de retirarse de la sede de UPCN en Moreno al 1300 cuando a Héctor Daer, uno de los jefes de la CGT, le sonó el celular. Era el precandidato presidencial para hacerle un comentario. Los dos se mostraron contentos. Son amigos y venían organizando desde fines de mayo un encuentro que se postergó varias veces, primero por la internación que sufrió Fernández, después porque gran parte de los dirigentes gremiales se fue a la cumbre de la OIT en Ginebra y por alguna otra razón minimizada después del almuerzo auspiciado por Andrés Rodríguez.

 

El primero en hablar fue el precandidato presidencial. Les dijo que es peronista, como ellos, los convocó a sumarse a «lo que viene» en referencia a un futuro en el que piensa ganar, les aseguró que respeta a los sindicatos y les hizo dos promesas: «No va a haber reforma laboral», fue la primera. La segunda promesa fue que en caso de ser gobierno volverá a haber un Ministerio de Trabajo y también un Ministerio de Salud. No hablaron sobre quién ocuparía cada lugar ni tampoco si la cartera laboral sería para los gremios.

 

Fernández se sentó en el centro de la larga mesa y junto a él se acomodó uno de los gobernadores que más lo ayudan en la campaña, el tucumano Juan Manzur, en cuyo auto llegaron juntos al evento. También cuando se retiraron lo hicieron juntos en la misma camioneta Spin color gris. Frente al precandidato se sentaron Héctor Daer, uno de los dos cosecretarios de la CGT, y Antonio Caló, de Sanidad y Metalúrgicos respectivamente.

 

Después de que arrancara la charla el ex jefe de gabinete, hablaron de a uno todos los presentes. Sin kirchneristas en la mesa hubo quien recordó haber sufrido maltrato K.

 

Qué dijo cada dirigente gremial

 

Carlos Acuña, el otro cosecretario que se acercó a Fernández junto con Sergio Massa, dio su impresión sobre la actualidad y negó cualquier posibilidad de acompañamiento a Mauricio Macri. Prometió apoyo a la fórmula presidencial del Frente de Todos y no mencionó a Roberto Lavagna ni a Luis Barrionuevo, quien dio su apoyo al economista en Consenso Federal. Acuña además había impulsado la denuncia que el año pasado derivó en la intervención del PJ por parte de la jueza María Romilda Servini de Cubría que finalmente quedó sin efecto pero fue un show y cimbronazo para el Consejo Nacional.

 

También estuvo Omar Viviani, un viejo conocido para Fernández dentro del peronismo porteño. El líder de los taxistas expresó su respaldo. Incluso al buscar su auto tras el almuerzo al ser consultado por Infobae sobre el apoyo que dio a Juan Manuel Urtubey simplemente respondió: «Se fue con Lavagna» y aseguró que trabajará por la fórmula del Frente de Todos.

 

A lo largo de la charla hubo un ida y vuelta, con propuestas, dudas y alguna crítica. Dicen que Andrés Rodríguez le aconsejó a Fernández que no se enoje con los periodistas a raíz de los cruces de la semana pasada.

 

Y dicen que hubo autocríticas: nadie reveló quién o quiénes hicieron una advertencia que consideraran importante para los próximos días. «No tenemos que cometer más errores», subrayó alguien. Repreguntado, aclaró: «No hay que hacer nada que joda a la gente». Se refería a medidas de fuerza que no tengan que ver estrictamente con las paritarias y que como el paro de Aeronáuticos o el paro sorpresivo de la línea D de subterráneos de hoy compliquen a los mismos ciudadanos a quienes se quiere pedir el voto. Tal vez haya sido un tiro por elevación al kirchnerismo más combativo que días atrás, con Sergio Palazzo y Pablo Biró, le dio pie a Mauricio Macri para respaldar su discurso antisincalista y anti K.

 

«El consejo directivo de la CGT da su apoyo a la fórmula Fernández-Fernández», dijeron varios al salir del coqueto y antiguo edificio del gremio de la Unión Personal Civil de la Nación. Y agregaron que «hoy el movimiento obrero sabe que la situación es muy difícil».

 

La comida, carne con puré rústico y de postre mousse de chocolate y lemon pie, duró más de dos horas. El motivo: cada uno explicó la realidad de su sector.

 

Algunos advirtieron que «pareciera que no hay campaña» y pidieron más dinamismo. En la euforia por mostrar respaldo negaron que ese haya sido un cuestionamiento al equipo de Alberto Fernández y se comprometieron a realizar asambleas de delegados y salir a la calle a hacer campaña, volantear, repartir boletas y hacer lo mismo adentro de sus gremios donde puede aún haber votos indecisos o votantes del macrismo desilusionados. Incluso puertas adentro tendrán que movilizar y algunos prometieron militancia en sus propias casas. La simpleza de un comentario de Caló fue destacada por varios. «Tengo que convencer a mi familia, a mis compañeros y a mis amigos. Si los convenzo, ganamos», señaló el metarlúrgico.

 

Alberto Fernández llegó como se fue, aunque visiblemente más satisfecho. Lo acompañaron además de Manzur, el líder del Movimiento Evita Fernando ‘Chino’ Navarro; el sindicalista y presidente del PJ porteño Víctor Santa María y el ex gobernador de Jujuy Eduardo Fellner. Ninguno de ellos habló.

 

Por la CGT en esta primera reunión (no se sabe si habrá más porque aseguraron que se comunican permanentemente por teléfono) estuvieron los más dialoguistas con el Gobierno y los más ‘tibios’. No estuvo en cambio el barrionuevismo, lo que sumó cuatro destacadas ausencias: Oscar Rojas (Maestranza); Luis Cejas (Viajantes); Juan Martini (Tabaco) y obviamente no estuvo el gastronómico Argentino Geneiro. «Pregúntenles a los de su gremio cómo están viviendo hoy», comentó uno de los máximos referentes sindicales ante la ausencia del sindicato que nuclea a trabajadores de bares y restaurantes. La ausencia del judicial Julio Piumato fue atribuida a un paro en reclamo de mejores condiciones edilicias que tenía lugar también hoy.

 

Los que sí se sumaron a la foto, aunque no todos hablaron en público (Héctor Daer ofició de vocero), fueron: Rodolfo Daer (Alimentación); Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento); José Luis Lingeri (Obras Sanitarias); Gerardo Martínez (Construcción); Omar Maturano (La Fraternidad); Roberto Fernández (UTA); y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria).

 

La lista la completaron Carlos Frigerio (Cerveceros); Amadeo Genta (Municipales); Miguel Paniagua (Espectáculos Públicos); Guillermo Moser (Luz y Fuerza); Norberto Di Próspero (Asociación del Personal Legislativo); Carlos Sueiro (personal de Aduanas); Alberto Cejas (Correos); Jorge Sola (Seguros) y el panadero Ruben Aguiar. Casi todos se mostraron sonrientes en la foto.

 

El lugar elegido fue ‘neutral’ porque en la central obrera conviven distintos matices del peronismo, incluso algunos que apoyan a Mauricio Macri.

 

En ese contexto hubo algún entusiasmado sindicalista que propuso una demostración de fuerza, más allá de la foto de hoy, con un acto. Desde el ‘albertismo’ comentaron que están evitando esa modalidad que contenta más a los convencidos de su voto que a los votos nuevos por buscar. De todos modos algunos se quedaron reunidos en Moreno conversando sobre un posible acto en Costa Salguero.

 

«No perdamos más tiempo, la economía está paralizada», dijo adentro y afuera de la reunión Alberto Fernández. Y volvió a repetir su latiguillo: «Hay que darles trabajo a los jóvenes, hay que volver a poner dinero en el bolsillo de la gente y de los jubilados».

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