El Banco Central chocó contra la realidad y en dos días de control cambiario perdió USD 2.000 millones de reservas

Este martes se fueron USD 995 millones por intervenciones directas de la autoridad monetaria en el mercado mayorista para evitar la suba del dólar y para abastecer a los bancos.

Por distintas razones, el Banco Central siguió perdiendo reservas a un ritmo de casi USD 1.000 millones por día. Esta vez se fueron USD 995 millones para evitar la suba del dólar y para abastecer a los bancos donde los clientes no solo retiraban depósitos, sino que le compraban parte o todo el cupo mensual que permitido, USD 10.000 por día.

 

Desde que rige la norma para cuidar las reservas, en lo que va de la semana se fueron casi USD 2.000 millones, más exactamente 1.949 millones.

 

La fuga tiene varias puertas. Los depósitos que retiran los clientes, los dólares que les compran a los bancos dentro del cupo autorizado y la intervención directa del Banco Central y bancos oficiales. El Central interviene en el spot mayorista para aplacar la demanda de dólares que, aunque restringida se está haciendo sentir con fuerza.

 

No es difícil estimar que deberán tomar medidas adicionales para soportar una salida de semejante potencia.

 

De hecho, en un mercado reducido como el mayorista que antes negociaba hasta USD 900 millones y el martes operó USD 426 millones, 40% de las divisas las aportó el Central. Los exportadores tuvieron una presencia mínima.

 

Por supuesto, el mercado mayorista es más racional y reaccionó a la baja ante la aplastante oferta de divisas oficiales, para una plaza tan reducida. El dólar mayorista cedió 41 centavos y cerró en $55,99, después de haber sobrepasado en varias oportunidades con holgura los $56. En bancos y casas de cambio, donde el público no sabe de oportunidades, sino que quiere hacerse de dólares y no se fija en el precio, el billete cotizó a $58,49, lo que representa una suba de 8 centavos.

 

Ese público también se llevó alrededor de USD 200 millones de depósitos y compró una cantidad similar de dólares.

 

Las reservas lo reflejaron en una caída de USD 995 millones que las hizo bajar a USD 52.129 millones y a este ritmo en dos o tres ruedas pueden estar por debajo de los USD 50.000 millones y allí sí que se verá la importancia de si ingresan o no los USD 5.400 millones del FMI que parecen estar cada vez más lejanos. Por lo menos las declaraciones desesperanzadas de los funcionarios lo hacen ver así.

 

Con la licitación de Letras de Liquidez (Lleliq) intentó tentar a los ahorristas a mantener o a hacer nuevos plazos fijos. Por eso elevó la tasa promedio a 85,73%, tres puntos por encima del día anterior y pagó una tasa máxima de 86% que le permitió captar $232.184 millones con lo que pudo absorber $42 mil millones de circulación que teóricamente deberían aplacar la demanda de dólares.

 

El problema del Gobierno es que cuando desarrollan las medidas, todos los cálculos los hace una computadora que en ninguna parte de las ecuaciones incluye la incógnita «confianza», algo vital para que cualquier medida para ser exitosa.

 

El derrumbe de los bonos continuó. El Bonar 2024, el título de referencia de la deuda, bajó 1,35% y el Bonar 2020 cedió 8,80% una caída que suena a condena a muerte (default) y lo dejó con un rendimiento de 191%

 

El mercado está exacerbado y no hay tecnicismo que lo detenga. De hecho, los ahorristas compraron tantos dólares en la plaza minorista que sobre abastecieron al mercado marginal. Por eso el dólar libre descendió $2 a $61.

 

En tanto, el «contado con liqui», el dólar que maneja libremente el mercado en base a triangular pesos, dólares con bonos y acciones en dólares, cerró igual que el día anterior en $62,50.

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