La decisión constituye un importante nuevo avance en el paquete de medidas que el Gobierno nacional.

Durante a noche de este martes se hizo público un Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por el presidente Alberto Fernández que prohíbe por 60 días “los despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor” y las “suspensiones por las causales de fuerza mayor o falta o disminución de trabajo”.

El Decreto de Necesidad y Urgencia 329/2020 fue publicado en un suplemento de la edición de este 1 de abril del Boletín Oficial, con la firma del Presidente, del jefe de Gabinete Santiago Cafiero y de los ministros del Gabinete nacional. La decisión constituye un importante nuevo avance en el paquete de medidas que el Gobierno nacional viene tomando para tratar de proteger el empleo en el marco de la epidemia de coronavirus.

Entre sus fundamentos, el DNU señala: “Resulta indispensable garantizar la conservación de los puestos de trabajo por un plazo razonable, en aras de preservar la paz social y que ello solo será posible si se transita la emergencia con un Diálogo Social en todos los niveles y no con medidas unilaterales”. Luego aclara que este tipo de decisiones no serían “más que una forma de agravar en mayor medida los problemas que el aislamiento social, preventivo y obligatorio procura remediar”.

El artículo cuarto del decreto establece que “los despidos y las suspensiones que se dispongan en violación de lo dispuesto, no producirán efecto alguno, manteniéndose vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales”. La decisión se suma a las recientes declaraciones críticas de Alberto Fernández contra los 1450 despidos realizados por Techint el viernes pasado (respecto de los que el Ministerio de Trabajo dispuso la conciliación obligatoria) y a las duras declaraciones contra los empresarios “miserables” que deciden desvincular personal en medio de la cuarentena.

Además del caso de Techint, había trascendido que este martes la empresa de electrónica fueguina Mirgor, propiedad del empresario Nicolás Caputo (amigo del ex presidente Mauricio Macri y ex embajador comercial del país), se disponía a despedir a 745 trabajadores de su planta de Río Grande por el impacto que la paralización industrial había generado sobre los balances de la firma.