Finalmente el Senado aprobó el polémico proyecto oficialista de reforma previsional con el apoyo de varios representantes peronistas, ya que no posee mayoría propia en la Cámara Alta.

Miguel Ángel Pichetto y María Laura Leguizamón (cuya banca va a ocupar CFK), entre ellos. También se aprobaron el consenso y la responsabilidad fiscal, proyectos fundamentales para el Gobierno.

Luego de aprobada la renuncia del senador Gerardo Zamora, quien asumirá el 10 de diciembre como gobernador de Santiago del Estero, y la jura de su reemplazante, Blanca Porcel y que se aprobaran los pliegos de magistrados y personal diplomático, llegó el tratamiento de los proyectos más conflictivos: la nueva fórmula previsional, el Pacto Fiscal y la ley de Responsabilidad Fiscal. Después de un inicio de sesión caliente por una polémica planeada por Adolfo Rodriguez Saa acerca de que el el giro de los proyectos por las comisiones no había sido el adecuado, finalmente se aprobó el tratamiento de los tres temas en el recinto por 62 votos a favor y 8 en contra.

El proyecto de ley previsional del oficialismo no sólo incluye una nueva fórmula de cálculo de haberes jubilatorios sino también la extensión optativa de la edad jubilatoria a los 70 años. La fórmula original propuesta por el Gobierno fue modificada en el debate en comisión y se adoptó la propuesta del jefe del bloque de senadores peronistas Miguel Ángel Picheto de reemplazar el ajuste trimestral total en base al índice inflacionario oficial por una fórmula mixta que aumente 70% por inflación y 30% por el índice Ripte que mide la evolución salarial (lo que fue aceptado inmediatamente porque sólo implicaba una mejoría del 0,5% final). El nuevo cálculo implicará un “ahorro” de 100 mil millones de pesos durante 2018, dinero que dejarán de percibir los jubilados y beneficiarios de pensiones o AUH.

Casi a la medianoche de este jueves, el proyecto fue votado en general por 43 votos a favor, 23 en contra y tres abstenciones (en la votación particular recibió 42 votos positivos y 24 en contra). Además del apoyo del radicalismo, sectores del massismo y de diversos partidos provinciales aliados del oficialismo, los 43 votos se lograron con numerosas manos alzadas del peronismo. Por supuesto, Pichetto votó a favor del proyecto que contribuyó a elaborar, pero también lo hicieron numerosos senadores de la bancada peronista, incluso algunos que en su momento fueron definidos como “ultrakirchneristas”. Una de las que dio su voto a favor fue María Laura Leguizamón, senadora por la provincia de Buenos Aires cuya banca será ocupada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en diez días. Los otros dos senadores bonaerenses salientes, Juan Manuel Abal Medina y Jaime Linares, del GEN, se abstuvieron (la única otra abstención fue la del peronista Alfredo Luenzo). También apoyaron los salientes senadores Juan Manuel Irrazábal de Misiones, Walter Barrionuevo del Frente Para la Victoria de Jujuy, la kirchnerista riojana Teresita Luna o el puntano Daniel Pérsico en su momento catalogado como “ultraK”.

El consenso fiscal fue aprobado por 52 votos contra 15 y dos abstenciones, por su parte, el proyecto de responsabilidad fiscal logró la adhesión de 53 legisladores, mientras que 14 votaron en contra y dos se abstuvieron. Respecto de la reforma tributaria, Pichetto también defendió el acuerdo negociado entre el Presidente de la Nación y los gobernadores hace algunas semanas: “23 provincias firmaron un acuerdo fiscal para resolver un tema muy complejo. Como tenemos responsabilidad con nuestras provincias y gobernadores, nos toca la ingrata tarea de acompañar estos acuerdos porque creemos que los pactos deben cumplirse”. Y añadió, dejando claro los objetivos regresivos de la reforma: “Seguir manteniendo una política de endeudamiento sin un ordenamiento fiscal es algo insostenible”.