No debe haber argentino que le vaya bien. Problemas todos los días solo para pasar la jornada. No hay dinero que alcance, a raíz de las malas políticas económicas implementadas que terminaron con un salvataje del Fondo Monetario Internacional. (Fuente: Eduardo Nelson German)

Con el lindo discurso que fue al principio: la culpa es de Cristina, el país transitó tres años con el gobierno de Mauricio Macri, ese mismo que solicitó ajustar el Estado, es decir echar a los empleados públicos (muchos lo votaron y hoy esconden ese voto en las encuestas). La ley de responsabilidad fiscal es el pensamiento del gobierno nacional (techo en todo).

Inflación que supera el 45%, un incremento del combustible que hoy llegó a $50, con un dólar que tocó $40 y la caída abismal del poder adquisitivo de los trabajadores, sin hablar de aquellos que viven con un plan social, los dirigentes riojanos de Cambiemos y sus socios se dan el lujo de pedir incremento salarial como si ellos no fueran quienes avalaron esta película de terror que sufren todos.

Primero el macrismo debe hacer un mea culpa, pedir disculpas por los males ocasionados, y luego solicitar públicamente al Presidente, su jefe político, que haga un giro de 180 grados a sus políticas, que cada hora excluye a los argentinos.

Solo en La Rioja con decenas de empleados del Parque Industrial que han sido despedidos o suspendidos, con un comercio totalmente paralizado, sin obra pública con la queja permanente de los sectores de la construcción, con las economías regionales fundidas, y con la angustia de ser el próximo expulsado del sistema, se habla de incremento de haberes, cuando ningún argentino debería ganar menos de $60 mil.

Hoy la mayoría de los trabajadores argentinos están por debajo de la línea de pobreza (para no serlo hay que ganar más de $23 mil).

La Rioja, especialmente la Capital, que tiene olvidos permanentes para no hacerse cargo de lo que pasa, escucha sin plantearse que esos que solicitan son quienes levantaron la mano para que se produzca el mayor tarifazo de la historia del país.

Sin hacer una defensa del peronismo gobernante, que también debe hacer bien las cosas no solamente para los estatales sino también para los privados, no se puede hacer el juego de ser un macrista peronista en La Rioja y un ultra macrista (defensor de políticas que excluyen) en Buenos Aires.

Es hora de hacerse cargo y no permitir que la demagogia nos invada (ya fue un eje para que hoy muchos no quieran decir a quienes votaron).