Alberto planteó la necesidad de ir levantando “paulatinamente” la cuarentena

Durante una entrevista televisiva, este lunes por la noche el presidente Alberto Fernández insistió con que lo preocupa la economía “pero más la salud de la gente”.

Y remarcó que el objetivo del Gobierno es que “argentinos pasemos esta pandemia tan dolorosa y paguemos con el menor dolor posible”. Respecto de la renegociación de la deuda externa, sostuvo que no quisiera que el país entre en cesación de pagos, pero recordó que recibió “un país en default”.

 

En relación con una posible nueva extensión de la cuarentena obligatoria, consideró: “Tenemos que ver como evolucionamos de acá al 10 de mayo”. Y destacó la necesidad de “tener conciencia como pueblo de lo que fuimos capaces de hacer”. “Es un logro social como país, no debemos dejarnos llevar por la ansiedad de algunos, es lo peor que nos puede pasar y tirar todo por la borda”, agregó.

 

El presidente también recordó que “en el último DNU recomendé que se autoricen las salidas y que cada uno vea en su lugar de qué modo”. “El problema que tenemos es que no estamos manejando un gotero, decir ‘sobre esta copa tiro tres gotas’; manejamos la llave de un oleoducto. Los que gobiernan lo entienden, lo saben y por eso son tan cuidadosos”, añadió. “No quiero que la urgencia contagie a muchos. Eso es lo que trato de evitar”, remarcó, pero también reconoció que la idea es “paulatinamente ir levantando la cuarentena para que vuelva la normalidad”.

 

En cuanto al impacto económico de la epidemia, el mandatario anticipó que el Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina podría caer este año hasta seis puntos, pero señaló que cuando llegaron al gobierno con Néstor Kirchner en 2003 el PBI había caído más de 10 puntos: “De eso volvimos, y vamos a volver ahora, de lo que no se vuelve es de la muerte”. En ese sentido, también subrayó el “enorme esfuerzo” que está realizando el Estado, para ayudar a la mayor cantidad posible de la ciudadanía.

 

Respecto de la renegociación de la deuda externa, planteó que no quiere “caer en default”, por lo que se hizo una propuesta seria de reestructuración a los bonistas: “Cuando yo era candidato, se me acercaban grupos de acreedores y todos me ofrecían que dejara de pagar cuatro años. Yo podría haberlas aceptado y pasarle el problema al que me siga”. En relación con esto, recordó que al asumir el gobierno, el país ya estaba en una virtual cesación de pagos desde el famoso “reperfilamiento” de deuda dispuesto por Cambiemos.

 

Sobre las críticas opositoras que plantean que el Gobierno no tiene un plan, afirmó que “tenemos un plan, lo que pasa es que no es el que le gusta a ellos”, que sólo quieren “ajuste”. Y agregó: “Ellos quieren una Argentina para pocos, pero tenemos un plan para que todos ganen. Tenemos el plan perfectamente pensado, pero tenemos detractores, que son los que generaron el default y los que se llevaron los dólares”.

 

En cuanto al rol de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aclaró que “no presiona” en la toma de decisiones: “Los dos tenemos una responsabilidad común y estuvimos distanciados durante mucho tiempo como para ponernos a discutir ahora”.

 

Finalmente, en relación con la polémica sobre la presunta liberación masiva de presos, aclaró que “los organismos internacionales han hecho recomendaciones que tomaron los jueces. Liberados por coronavirus no hay muchos. No es lo mismo decir ‘libero’ que ‘andá a cumplir la prisión a tu casa’”. Y añadió: “No es un tema mío. Es un tema de los jueces. El año pasado se excarceló y se dio por cumplida la pena a mucha más gente que este año y nadie dijo nada”.

 

Después de aclarar que “de 12.500 personas salieron 300”, insistió con que es una responsabilidad del Poder Judicial y no del Ejecutivo: “Si un juez hizo algo indebido deberá explicar lo que hizo. No puede decir que fue inducido por la política. No tenemos nada que ver (el gobernador bonaerense) Axel (Kicillof) o yo”. Por último, negó estar a favor del indulto: “Eso es una rémora de la monarquía. Siempre he dicho que es una facultad que un presidente no debe tener”. Pero recordó que “durante cuatro años el gobierno de Macri se olvidó de las cárceles y hubo una lógica de superpoblar, se hacinó gente en las cárceles y los organismos de derechos humanos internacionales han cuestionado eso”.

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