Así lo expresó la funcionaria del gobierno en sus redes sociales: «Es una rara paradoja que dirigentes de Juntos por el Cambio alcen la voz y se aferren a banderas como las de la defensa de los derechos de género cuando apoyaron a un gobierno que durante cuatro años se ensañó con arrebatar derechos a todas las minorías y, muy especialmente, cuando no manifestó la más mínima sensibilidad ni empatía por los derechos humanos y los de género, que hoy están en disputa en todo el mundo».

Pero, al mismo tiempo, cuando la responsabilidad la asume un gobierno auténticamente peronista, que está dispuesto a ir a la vanguardia de cualquier lucha por derechos de todo colectivo, y a defender a cualquier precio la justicia social, inspirado en aquella fabulosa sentencia de Evita sobre la necesidad, como única condición para el nacimiento de un derecho, estamos frente a una cuestión de valores, de políticas de largo plazo, revolucionarias, que pueden chocar de frente con las decisiones de coyuntura y la realpolitica.

Acusar al peronismo de hipócrita en la defensa de los derechos de género, desde JxC, como lo hace estentóreamente el vice intendente, sería cómico, sino resultara de una gravedad extrema. Desde el voto femenino, del que hace días se cumplió un nuevo aniversario, hasta las políticas de género y diversidad consolidadas durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el peronismo tiene para exhibir mucho, sino todo lo que se ha hecho en la Argentina por avanzar con los derechos de género y de diversidad sexual. La derecha, por el contrario, Nada.

Las decisiones políticas, como muchas veces en el Derecho, se enfrentan permanentemente con la disyuntiva de defender el bien más valioso o causar el mal menor, cuando resulta inevitable renunciar a la totalidad los beneficios. Este es uno de esos momentos.

El colectivo de Mujeres y Diversidades Feministas Peronistas nos expresamos por la defensa del más importante de estos valores que se puede ver con claridad si observamos el conflicto desde una perspectiva histórica.

El conflicto que se vive hoy en el CD es, desde todo punto de vista, fecundo. La deconstrucción tiene un precio, y los derechos de género en el seno de una sociedad patriarcal que atraviesa a todas las instituciones y fuerzas políticas, seguirán generando tensiones por mucho tiempo. Y las argumentaciones oportunistas, elementales y de alto impacto, para obtener alguna efímera ventaja política, siempre vendrán desde los mismos sectores que hoy se rasgan las vestiduras por valores que nunca intentaron preservar.

De este modo resulta natural que este tipo de debates, se den solamente en espacios ricos en conciencia política y que abrazan la realidad con todas sus complejidades; cualidades de las que está desprovista la alianza macrista municipal.

El colectivo de mujeres peronistas se ha expresado en función de los más altos intereses políticos que son propios del peronismo. No es miopía. Por el contrario, es mirar más alto, por encima de una coyuntura que en poco tiempo será una anécdota y que, seguramente, contribuirá a fortalecernos un poco más como sociedad.